Contaré

"Contaré todas tus maravillas."

-Salmo 9:1

Dios da Instrucciones para los Sacrificios

Levítico 4:28-31, 16:1-34, 17:7, 11

Esta es la historia llamada “Dios da Instrucciones Para Los Sacrificios”.

Dios habló a Moisés desde la tienda de reunión y le dio instrucciones para los sacrificios. 

Cuando una persona desobedecía lo que el Señor había mandado, tenía que traer su sacrificio por el pecado.  El sacrificio tenía que ser un animal perfecto, sin mancha o defecto. Si no fuera perfecto no sería aceptado por Dios.  La persona tenía que poner sus manos sobre la cabeza del animal y matarlo en el lugar del sacrificio.  Entonces el sacerdote ponía con su dedo un poco de sangre en el altar y derramaba todo el resto al pie del altar.  Luego, quemaba la grasa sobre el altar como aroma agradable.  De esta manera el pecado de la persona era perdonado.

Un día dos de los sacerdotes, hijos de Aarón, quemaron incienso que Dios no había pedido.  Por eso murieron.  Dios dijo a Moisés: “Dile a Aarón que no pase detrás del velo al lugar santísimo cuando quiera.  Si lo hace va a morir.  Porque yo estoy presente en ese lugar.

“Esta será una ley permanente para ustedes.  Una vez cada año, en el día indicado, ustedes deberán ayunar y descansar de su trabajo.  Sólo el sacerdote que haya sido escogido y dado la autoridad ofrecerá el sacrificio.  Pues en ese día se obtendrá el perdón de los pecados de ustedes y quedarán limpios de todos ellos delante del Señor. 

“Primero, debe bañarse con agua y después ponerse los vestidos sencillos y santos.  “Aarón ofrecerá  un becerro como sacrificio por sus propios pecados.  Así podrá entrar a la presencia de Dios en el lugar santísimo.  Después tomará un incensario lleno de fuego del altar y dos puñados de incienso y lo llevará detrás del velo.  El humo del incienso cubrirá el arca.  Y de esa manera Aarón no morirá.  Tomará también un poco de sangre del sacrificio.  Con su dedo rociará la sangre sobre el arca. 

“Después de eso sacrificará un chivo por el pecado de los israelitas.  Llevará la sangre detrás del velo al lugar santísimo y allí lo rociará sobre el arca tal como lo hizo con la sangre del becerro.  Así purificará el lugar santísimo de todas las rebeliones y pecados de los israelitas.  Hará lo mismo con la tienda de reunión porque permanece en el medio de las impurezas de los israelitas.  Cuando Aarón está dentro para obtener el perdón de los pecados, nadie más deberá estar en la tienda de reunión. 

“Después de salir de la tienda Aarón pondrá sus manos sobre la cabeza del chivo que aún esté vivo.  Y confesará sobre él todas las maldades, rebeliones y pecados de los israelitas.  Así pondrá sobre el chivo todos los pecados de los israelitas.  Luego una persona preparada lo llevará y lo soltará en medio del desierto.  De esa manera el chivo llevará todos los pecados de la gente a tierra deshabitada. 

“Porque la vida está en la sangre.  Les he dado la sangre de los animales para sacrificar por sus pecados en vez de su propia sangre. Pues es la sangre que quita los pecados y da vida. Y esta será una ley para ustedes para que nunca más vuelvan a hacer sacrificios a esos demonios, a los ídolos que han adorado.”